Hola, hola!!

Bueno, este es un proyecto de fic que tenía hace un par de años...espero que les guste...en esta historia viajaremos directo a Hogwarts!!!

Intentare sobrevivir a Hogwarts, que el-que-no-debe-ser-nombrado regrese....y....jajaja bueno, hacer que Harry y Hermione se enamoren...creen que lo consiga?

Bueno...sin más l@s dejo leer querid@s lector@s !!!!

viernes, 26 de agosto de 2011

Moody ... y otras cosas

Anna sacó rápidamente su varita de la túnica y apuntó a la persona que la había jalado.
-          Vaya que eres ruda Spinelli…- dijo una voz familiar para ella
-          ¿Becker? - pregunto ella asombrada y el sacó el rostro de las sombras.
-          Tienes la conciencia muy sucia Spinelli… - dijo el
-          Si no estamparas a la gente contra la pared…-
-          Bien,  lo siento - dijo el rodando los ojos. -…ahora, ¿Puedes dejar de apuntarme? -  Anna hizo una mueca - ¿Por favor? -
-          Vale, - dijo ella - ¿Me dirás que quieres? -
-          Deberías irte con cuidado…Spinelli….llevas solamente una semana aquí…-
-          ¿…Y? - dijo ella -
-          Spinelli….sé que le hiciste eso al tintero de Malfoy….-
-          Pruébalo - dijo ella jugando con su varita
-          No necesito probarlo Spinelli…-
-          Bueno, si así fuera… ¿qué rayos te importa?… ¿Ahora eres su gorila numero 3? -
-          ¿Te crees graciosa? -
-          Sí … - dijo ella - y aun no me has dicho que quieres….-
-          Bueno…. - dijo el - problemas para un alumno de intercambio…problemas para todos…-
-          Y Becker quiere salvar su pellejo… - dijo Anna acercándose a el - bien Becker -dijo ella en son de burla - ….te prometo que no me descubrirán, ¿Capicci? - Anna iba a girarse, pero las manos de Frank Becker se pusieron en los hombros de ella y la miró fríamente.
-          Si tengo que decírtelo de nuevo, no será de la misma forma - dijo el y la empujó con fuerza, ella por la impresión, se quedó muda-….¿Capicci? - dijo el con una sonrisa -
-          ¿Lo ves Spinelli? - dijo el sonriendo - Hasta te ves linda callada - dijo el dándole un par de palmadas en la mejilla, después la soltó y comenzó a caminar -

En la sala común, Ron le ganaba de nuevo a Harry.

- Alfil H6 - dijo Ron sonriendo victorioso  - Jaque Mate - el alfil de Ron atacó al Rey de Harry.
- Ya estoy cansado…- dijo Harry
- ¿Otra vez te ganó Ron? - dijo Ginny llegando a donde ellos estaban.
- Si…- dijo Harry cansado -
- ¿Puedo jugar? - dijo Michelle que iba a su lado
- Bien, otra víctima - dijo Ron alargando los dedos, y con un movimiento de la varita hizo que las piezas se acomodaran en su lugar, de nuevo enteras. - Toma las blancas. -
- Bien - dijo Michelle sentándose frente a él.

Yo,  me dirigía con Hermione hacia la sala común, y hablábamos bastante animadas. Cuando entramos, vimos bastante extrañadas al grupo de personas que rodeaban a Ronald y Michelle, sin dejar que se vieran. No recordaba que eso hubiera pasado antes de la clase de Moody en el libro…así que nos acercamos y George se nos acerco.

- Lo sentimos chicas ,  las apuestas esta cerradas -
- ¿Apuestas? - dije extrañada -
- ¿De qué? - dije yo
- Por fin están venciendo al pequeño Ronnie en el ajedrez -
- ¿Qué? - dijo sorprendida Hermione, - pero…¿Quién? - y entonces, a empujones se hizo espacio y me escabullí detrás de ella. En ese momento, Michelle movió a su reina, poniendo en jaque a Ron.
- Jaque - dijo orgullosa, pero Ron movió a su Rey y quedo fuera de peligro. Entonces, ella acercó a su alfil.
- No…puede ser - dijo el desesperado cuando fue su turno. Lo único que podía hacer era sacrificar a su caballo, pero después ella atacaría y el perdería. Michelle sonreía esperando a que el moviera su alfil. Al final el lo hizo y ella atacó al alfil de él.
- Jaque Mate - dijo ella y entonces, su alfil mató al Rey. Pasaron varias cosas en ese momento, Ron se puso rojo como un tomate, los gemelos gritaron y comenzaron a festejar, repartiendo el dinero y Michelle le decía a Ron que jugaba muy bien.
- ¿Por qué tanto alboroto? - dijo un chico castaño que entró por el agujero y entonces, miró a Michelle - Ah, eres tu monstruo. -
- ¡Hermano! - dijo Michelle molesta - ¡No soy un monstruo! -
- Claro que lo eres - dijo el - mira lo que provocas…-
- ¿Wood? - dijo Ron mirándolo - ¿Eres hermana de Wood? -
- Si…- dijo ella sonrojada -
- ¡Ah, hola Potter! - dijo Wood mirando a Harry, que estaba con ellos - es una lástima que no haya torneo de quidditch, ¿No es asi? -
- Si…- dijo Harry recordando eso con tristeza
- Pero…¡hablare con Dumbledore! - dijo Wood con un brillo extraño en los ojos - Si junto firmas….o algo….quizá….un partido amistoso…¡Quiero vencer a Diggory! La ultima vez ganamos la copa…pero Hufflelpuff nos venció…-

Harry siguió hablando con él, mientras que Ron le pedía a Michelle una revancha. Y Hermione les decía que ya era muy tarde, que lo hicieran otro día, por lo que comenzaron a pelear. Ginny, se metió en la pelea y los tres peleaban….mientras Michelle los miraba extrañada.  Después, los prefectos decidieron meter orden y todos, renegando se fueron todos a dormir. Así que nosotras nos dirigimos a la torre donde estaba nuestra habitación.

En la comida del día siguiente, Harry y los demás hablaban acerca del malhumor de Snape, que había puesto al pobre de Neville a destripar sapos cuando lo encontró merodeando en un pasillo en horas de clase.

- Tú sabes por qué Snape está de tan mal humor, ¿verdad?  - dijo Ron a Harry, mientras observaban cómo Hermione enseñaba a Neville a llevar a cabo el encantamiento antigrasa para quitarse de las uñas los restos de tripa de sapo.

- Sí -respondió Harry -. Por Moody. Me parece que Snape le tiene algo de miedo, ¿no crees? - dijo Harry, ¡Por Dios…si tan solo supiera!
- ¿Te imaginas que Moody convierte a Snape en un sapo cornudo -dijo, con lágrimas de risa en los ojos - y lo hace botar por toda la mazmorra...? -

La clase nos tocaba después de la comida, así que los alumnos de cuarto, que estaban ansiosos por entrar a la clase de "Moody",  hicieron fila para entrar, inclusive, pelearon por el primer puesto. Y Anna que no entendía a que venía toda esa ansiedad por entrar y estar lo más cerca de la pizarra posible, me pidió que nos sentáramos detrás. Así que, hacia allá fuimos.

-          Ya pueden guardar los libros - dijo "Moody" - no les servirán de nada. - y entonces, nos pasó lista mencionando los nombres y mirando a cada uno con el ojo mágico. En realidad me aterraba. Claro que, cuando llegó al apellido de Harry, se demoró mucho.

Después de mentir sobre su identidad, nos dijo que nos enseñaría a protegernos de las maldiciones, este año. No estaría aquí ni uno más.

-         Entonces, ¿Quién sabe cuáles son las maldiciones más castigadas? - preguntó después de que sorprendió con su ojo a dos estudiantes que platicaban, y a Parvati Patil que le enseñaba una revista de corazón de bruja a Lavender Brown.  Y se reprodujo una de las escenas que menos me gustan en el libro o la película de Harry Potter y el Cáliz de Fuego…"Moody", saca a las arañas, y les hace las maldiciones imperdonables, hace sufrir a Neville y asusta a todos. Hermione se enoja. Y al final….
-          No es agradable —dijo el hipócrita de "Moody", ¡por supuesto que lo disfrutaba!—. Ni placentero. Y no hay contramaldición. No hay manera de interceptaría. Sólo se sabe de una persona que haya sobrevivido a esta maldición, y está sentada delante de mí. - diciendo esto,  miró a Harry y entonces todos los presentes, tal como si fueran actores pagados, todos menos yo que, miraba con coraje al profesor. Claro que después, me entro el miedo de que volteara, así que miré a Harry que, estaba muy sonrojado.

Moody siguió hablando, aunque Harry parecía abstraído. Quizá estaría pensando en sus padres. Y pensando en esto, deje de poner atención a lo que Moody decía. Salvo, que nos enseñaría a usar las maldiciones, porque ninguno de los presentes podría ejecutarla. El resto de la clase hicimos anotaciones.

Cuando salimos de la clase todo era un revoltijo de emociones. Neville estaba apenado y apartado a un lado. Hermione se veía furiosa, Harry seguía pensativo, y Ron parecía emocionado.

-          ¡Dense prisa! - dijo Hermione acelerando el paso
-          ¿No correrán a la biblioteca? - dijo Ron mirándonos a Hermione y a mi - viven ahí… -
-          No Ron…Neville - dijo Hermione en voz baja señalándolo con la cabeza - ¿Estás bien? - dijo acercándose a el
-          Sí, sí, claro, estoy bien —farfulló Neville atropelladamente, con la voz demasiado aguda -. Una cena muy interesante... clase, quiero decir... ¿Qué habrá para cenar? - Ron le dirigió a Harry una mirada asustada. Iba a preguntarle algo a Neville, pero Moody apareció cojeando, e invitó a Neville a tomar té. Cuando se fueron Harry parecía molesto.
-          ¡Vaya clase!, ¿eh? - comentó Ron, después de un silencio mientras íbamos hacia el Gran Comedor—. Fred y George tenían razón. Este Moody sabe de qué va la cosa, ¿a que sí? -
-          Si - dijo Anna - ¿No les encantaría hacer la maldición imperio?, - en ese momento, todos volteamos a verla sorprendidos, y nadie dijo nada. Ella nos miró a todos, uno por uno seriamente y después comenzó a reír. - Era una broma - dijo entre risas - debieron ver…..sus rostros, están muy tensos chicos - dijo y entonces,  Ron comenzó a reír, seguido por Harry, mientras que Hermione soltó una risita nerviosa mientras entrábamos en el Gran Comedor.

Después de cenar, corrí hacia las mazmorras para cumplir con mi castigo, y vi a George nuevamente. Cuando terminamos, fuimos a la sala común donde Ron y Harry escribían en pergaminos.

-          ¡Rayos! - dije viendo lo que hacían -
-          ¿¡Y centellas!?  - dijo Anna entrando por el hueco del retrato - ¿Qué pasa? -
-          ¡La tarea de adivinación! - le dije señalando a Harry y a Ron
-          No te preocupes, dijimos que la haríamos el jueves - dijo Anna calmada
-          Anna, hoy es jueves - dije yo alterada
-          Jueves en la noche, de hecho - dijo Ron mirando su reloj - pronto será viernes…-
-          Pero….pero - dijo Anna mirando con desgana el papel - es una tontería -
-          Lo sé - dijo Ron y no se nos ocurre nada -
-          ¿No podemos no entregarla? - dijo Anna mirándome suplicante
-          Bueno…- dije yo sonriendo un poco
-          ¿Quieren un tutor en adivinación? - dijo Harry
-          No….- dijimos al unísono
-          Voy por las cosas….- dijo Anna derrotada y se fue arrastrando los pies.
-          ¡Tengo una idea genial! - dijo Ron, ya que nos encontrábamos sentados los cuatro
-          ¿Qué? - dijo Harry
-          Usemos el método alternativo de adivinación - dijo él
-          Osea, ¿Qué nos lo inventemos? - dijo Anna
-          Claro - dijo Ron y los tres sonrieron - pongamos algunas desgracias y le gustará. -
Pasamos la siguiente hora inventando desgracias, que aumentaban de gravedad. Y la sala común se vaciaba. Los gemelos estaban en una esquina callados, y con las cabezas pegadas, lo cual era muy raro en ellos. Harry los observaba pero, después volvió a sus cosas. Después de unos minutos, ellos, se despidieron.

-          Marianne, ¿crees que Hermione regrese directo a la habitación? -
-          No lo sé…yo supongo - dije bostezando aunque, de lo que podía recordar del libro, les llegaría una carta de Sirius una de estas noches, y probablemente nosotras saldríamos sobrando - ¿Y si la esperamos allá? - dije cuando finalizó el bostezo -
-          Apoyo la moción - dijo Anna, así que tomamos nuestras cosas, les dimos las buenas noches a Harry y a Ron, y nos fuimos de la torre.

Estaba sumida en el sueño, cuando escuche a Hermione llegar. Abrí los ojos pesadamente.

-          Lo siento - dijo ella en el agujero, aún abierto del cuadro de las ninfas - las desperté…-
-          No te preocupes - murmuré
-          Es tarde - dijo Anna mirando su reloj - ¡Lumos! -
Hermione pasó con una cajita de cartón.
-          <<"Ay, no">> - pensé - <<" La P.E.D.D.O. …">> -
-          Si…me quedé hablando con los chicos…-
-          Bueno - dijo Anna acostándose de nuevo - durmamos ya que mañana hay clases -
-          Si…- dijo Hermione - si quieres apaga tu varita, yo enciendo la luz -
-          Ok….- dijo Anna - ¡Nox! -
-          Buenas noches…- dije yo girándome, con una nueva preocupación en la cabeza.


Al día siguiente, en el desayuno; Harry, Ron y Hermione discutían en el desayuno, parecía que Hermione estaba regañando a Harry, pero Ron le dijo que lo dejara en paz y ella hizo caso. Anna, aprovechando, nos platico su encuentro en el pasillo con Frank, ya que no nos lo había mencionado.

-          Típico…el malo tiene que ser el alemán - dije pensando en voz alta -
-          ¿Qué? - dijo Ron mirándome
-          Bueno…los nazis…y - dije mirando a todos, que me miraban extrañados.
-          ¿Nazis? - dijo Anna
-          Umm…si….Adolf Hitler….ya saben - dije un poco incomoda -
-          ¿Quién era ese? - dijo Harry -
-          Era como un….Voldemort muggle - dije, sin pensar y todos, menos Harry se estremecieron, comenzaron a quejarse y me miraban entre extrañados, sorprendidos y molestos.


Para mi queridisima hermanita Noe!!! Que anda de enfermera......=D Te quiero mucho!!
Hugs and kisses!!!
=D

sábado, 13 de agosto de 2011

Venganza a la italiana!




Terminamos de desayunar y nos dirigimos a nuestras clases.
Teníamos encantamientos con Ravenclaw. Una clase genial; el profesor Flitwick sonreía y se mostraba muy amable con todos. Que era un gran contraste comparado con Snape...en fin, después de explicarnos como hacer el encantamiento depulsor, nos pidió que hiciéramos parejas. Harry se puso con Hermione, (¡Sí!), Ron se fue con Dean, Seamus con Neville y yo con Ana. Nos fuimos a un rincón del salón y miré a mi amiga.

- Bien, tu comienza - le dije a Ana algo insegura -
- Esta bien - dijo ella y apuntó a un libro con su varita, pero el profesor Flitwick llegó a donde estábamos trabajando.
- Señorita Siegrist, me gustaría ver como lo hace - dijo y Ana dejó de apuntar. Suspiré. No podía ser tan difícil, tenía la magia, ¿o no? Me concentré y apunté al libro.

- ¡Depulso! – dije quizá un poco más fuerte de lo que debería y para mi sorpresa el libro, cruzó el salón y golpeó la espalda de un chico de Ravenclaw que practicaba con un par de alumnos.

- ¡Excelente señorita! – dijo el profesor, y entonces el chico se giró, y sentí como la sangre me subía a las mejillas.

- Ah, señor Soileris, venga aquí por favor – lo llamó el profesor Flitwick “aprovechando” que mi libro lo golpeó en la espalda. Marius se acercó con una sonrisa, y el profesor se giró hacia Ana – Su turno, señorita Spineli. –

Ana, levanto su brazo como si fuera lo más natural, y dijo tranquilamente el hechizo, y el libro, por suerte no golpeó a nadie, sino que dio en la pared. El profesor sonrió complacido, y para este momento Marius había llegado. Miré mis zapatos como si fueran lo más interesante en el mundo, cuando escuché que Marius decía en mi oído.



- Buen golpe Marianne…- y entonces levante la cabeza para verlo – en algunas culturas esto significa que me debes una comida…- como si eso fuera posible, mi sonrojo se hizo aún mayor

- ¿Esta bien su espalda señor Soileris? – dijo el profesor y yo decidí mirar como Ron intentaba que su libro se moviera –

- No fue nada profesor….- dijo el

- Bien, solo falta usted …. Si es tan amable – dijo el profesor juntando sus pequeñas manos.

- Claro – dijo Marius y tan naturalmente como Ana (Si claro, yo soy la única loca nerviosa que grita…), dijo el hechizo, y el libro salió volando, aunque no recorrió el mismo trecho que el nuestro.

- Bien, bien – dijo complacido Flitwick y se giro – pueden continuar –

- Nos vemos - dijo Marius con una sonrisa enorme, y me acomodo un mechón de cabello que tenía suelto, lo cual hizo que me estremeciera, y me sonrojara de nuevo.

- Si…- dije y el se fue saludando con la cabeza a Ana

- ¿Qué fue todo eso? – dijo ella mirándome

- Pues yo…- dije mirando nerviosamente mis uñas, cuando Harry, Ron y Hermione se acercaron.

- ¡Bien chicas! – dijo Ron dándonos una palmada en la espalda a mi y a Ana – una materia menos, bueno tu si tienes una Marianne – dijo mirándome – Snape es tan…-

- Gracias Ron – dijo interrumpiéndolo Hermione – pero sigamos practicando, ¿Quieres? –

- Vale – dijo él y para mi alivio, el tema de Marius no resurgió. Aunque sospechaba que Ana no lo dejaría pasar.



Después de eso, tuvimos Historia de la Magia…y el profesor Binns nos apartó a Ana, y a mí por separado. (Ya que sólo éramos Gryffindors), y me hizo unas cuantas preguntas que gracias a los libros que había leído la noche anterior, pude responder. Cuando regresé a mi lugar, Ana aún no llegaba; y Harry, Ron y Hermione me preguntaron que tal me había ido en susurros. Le explicaba a Hermione que después nos darían los resultados, cuando llegó a nuestro lugar Ana, pero tenía una cara de preocupación al llegar a mi lado.



- ¿Y? – le dijo susurrando Hermione –

- No lo se….Historia de….Inglaterra – dijo mirando a su pergamino cuando se sentó – debí haberlo previsto…-

- Pero eso es injusto….- dijo Ron molesto mirando al profesor que volvía a escritorio –

- Pero esto es un intercambio Ron….- dijo Ana – no sé cómo no lo pensé… - dijo llevándose las manos a la cabeza

- Hey, tranquila – le dijo Harry – aun no sabes si pasaste o no, no pienses en eso – Ana asintió y volvió a bajar las manos.



El almuerzo fue un poco desastroso. Hermione engullía la comida para ir de nuevo a la biblioteca. Yo también porque Snape cambió la hora de mi castigo y porque debía estudiar para la teoría de transformaciones. Ana, en realidad no sé por qué, pero se nos unió. Ron, feliz de que hubiera pastel de carne, pareció olvidarse de hablar, tomar agua, saludar gente o simplemente despegar la vista de su plato. Así que Harry simplemente nos miraba extrañado a todos. Cinco minutos después, Ana, Hermione y yo salimos corriendo del gran comedor excusando que teníamos cosas que hacer. Yo me separé de ellas en el vestíbulo. Ellas subieron y yo bajé a las mazmorras.



- Quisiera hervir a Snape en mi caldero….- dije mientras me dirigía al aula de pociones –

- Creo que sería peor para él si le lavamos el pelo – me dijo un chico detrás de mí cuando llegué a la puerta e iba a girarme, pero la puerta delante de mí se abrió.

- Siegrist…Weasley…¿Piensan quedarse ahí toda la tarde? –

- <<”¿Weasley?, ¿Cuál Weasley?”>> - pensé, pero me contuve de voltear, ya que Snape nos taladraba con la mirada

- No señor – dijo él y después Snape se puso a darnos instrucciones para el castigo. Abrió la puerta, entramos y se fue indignado. Me gire y me alegré al ver a uno de los gemelos conmigo.

- ¿Eres….George? – dije sonriendo

- Vaya Marianne, chica lista – dijo el – has adivinado –

- ¿Y Fred? – dije confundida, ya que pensaba que los gemelos no se separaban

- Bueno….- dijo él con una sonrisa traviesa.



Ana caminaba por las escaleras, Hermione se había desviado a la biblioteca, pero ella se dirigía hacia otro lado.



- ¡Hey Annie! – dijo una voz masculina, y ella se giro. Un gemelo Weasley estaba recargado en la pared con los brazos cruzados.

- ¿Cómo llegaste aquí? – dijo ella con el ceño fruncido –

- ¿Qué? – dijo el

- Aún estabas en el gran comedor cuando salí….- dijo ella - ¿Cómo…? –

- Pasadizos Annie – dijo el y descruzó los brazos - ¿…y que tienes planeado? –

- ¿Qué? – dijo ella

- Bueno, comiste demasiado rápido porque estarías….”ocupada”…,no estás en la biblioteca, y además, te diriges al aula de transformaciones. – dijo – eso y el raro brillo y la risita que soltaste al salir del gran comedor. – Ana sonrió

- Un regalito para Malfoy…- dijo ella haciendo una sonrisa complice

- Me caes bien Annie….- dijo el - ¿Podría tener el honor de acompañarte? –

- Claro….- dijo ella y ambos fueron hacia el aula.

- Quisiera hervir a Snape en mi caldero….- dije mientras me dirigía al aula de pociones –

- Creo que sería peor para él si le lavamos el pelo – me dijo un chico detrás de mí cuando llegué a la puerta e iba a girarme, pero la puerta delante de mí se abrió.

- Siegrist…Weasley…¿Piensan quedarse ahí toda la tarde? –

- <<”¿Weasley?, ¿Cuál Weasley?”>> - pensé, pero me contuve de voltear, ya que Snape nos taladraba con la mirada

- No señor – dijo él y después Snape se puso a darnos instrucciones para el castigo. Abrió la puerta, entramos y se fue indignado. Me gire y me alegré al ver a uno de los gemelos conmigo.

- ¿Eres….George? – dije sonriendo

- Vaya Marianne, chica lista – dijo el – has adivinado –

- ¿Y Fred? – dije confundida, ya que pensaba que los gemelos no se separaban

- Bueno….- dijo él con una sonrisa traviesa.




Ana caminaba por un pasillo del tercer piso, Hermione se había separado de ella en su huída a la biblioteca y tenìa algo de prisa.

- Annie - dijo un chico recargado en la pared cuando ella paso. Cuando volteó Ana reconoció a uno de los gemelos Weasley

- ¿Pero cómo? - pregunto confundida

- Que tal....hola George, ¿Que tal estas hoy? - dijo el haciendo una mueca

- Hola George, ¿Que hay? - dijo ella

- En realidad soy Fred...- dijo el sonriendo - pero la intención es lo que cuenta - Ana rodo los ojos - Ahora querida Ana, ¿Cómo qué? -

- Cuando salí de el gran comedor...aún estabas allí comiendo - dijo ella - ¿Como llegaste antes? -

- Conozco Hogwarts como la palma de mi mano Annie..- dijo el sonriendo y pasarle una mano por encima del hombro -

- Vaya....- dijo ella sonriendo - me juntare contigo -

- Deberías....- dijo el - y....¿Qué planeas hacer Annie? -

- Ah.... yo nada - dijo ella y metió instintivamente su mano a su bolsillo

- Pense que estabas ocupada....- dijo el sonriendo triunfal y traviesamente

- Bueno....en realidad ... - dijo ella y lo evaluo con la mirada - tengo una sorpresita para el hurón botador...-

La sonrisa de Fred se ensanchó y un brillo travieso apareció en los ojos de ambos.

- Interesante..... Ana....- dijo el aun sonriendo -

- Puedes acompañarme si quieres - dijo ella mirandolo con sus grandes ojos oscuros y haciendo una sonrisa igual que la de el.

- No lo dudaría ni un momento...- dijo el y reanudaron su marcha




Volviendo a las mazmorras, George y yo tallabamos un caldero que olía a algo muerto.

- Entonces...¿Pusiste bombas fetidas en la puerta de Snape? - reia yo y George se inclino.

- Sí, - dijo el -pero no contaba con que abriera la puerta en ese momento...y heme aquí. Aunque el termino apestando, de hecho hoy aún apestaba cuando salió de aqui. Huele peor que esto. -yo comence a reir demasiado por lo que decía, pero no podía comprender que George hubiera hecho eso sólo, y que lo hubieran descubierto, en cualquier caso, cualquiera diría que....

- La proxima vez...le pondre shampoo encima de la puerta, y cuando caiga....- decía George, y en ese momento la puerta se abrió.




- Weasley, Siegrist...- dijo la fría voz de Snape que nos congelo la risa - su turno terminó hace 20 minutos....¿Acaso soy su niñera? Vayan a sus aulas....- dijo y se giro saliendo por la puerta. George y yo volvimos a reirnos con las carcajadas que habíamos contenido y después me ayudó a levantarme, y tomando nuestras cosas, nos dirigimos al primer piso. Ya en el pasillo, nos deseamos una buena tarde y me fui a transformaciones, que...lamentablemente teníamos con Slytherin.










Entre, con el tiempo justo de sentarme junto a Ron, quien tenía el asiento vacío al lado de el. Un dedo me picó la espalda y me gire, Ana me sonrió y me dió un papel. Me giré y la profesora cerró la puerta del aula. Y comenzó a caminar hacia su escritorio, mientras hacía esto, desdoble el papel debajo de la mesa, y leí que decía:




" Fíjate en Malfoy"




Confundida miré al rubio que sacaba su pluma con sufiiencia.




- Hoy veremos un poco de teoría - dijo la profesora, y se volvió al pizarrón - así que si son tan amables de sacar pergamino y tinta... - dijo la profesora

- ¡Aghhh! - escuche un grito al otro lado del salón y volteè al lugar de donde provenía, que era el asiento de Malfoy. Tenía toda la cara de color verde obscuro, y el color se extendia al cuello. Él, asustado, tomó una túnica que estaba en una silla frente a el, y comenzó a frotarse el rostro, y el cabello pero con esto, comenzó a ponersele blanquecino y a crecer. Cuando se dió cuenta entonces la soltó y comenzó a rascarse violentemente. La profesora, al igual que todo el aula lo mirabamos desconcertados. Pero ella retomó el sentido y en unos segundos lo estaba llevando a la enfermería.




-¿De quien es esa túnica? - gritó Pansy Parkinson señalando la tunica con los vivos verdes que se encontraba en el suelo - ¡La pagarán! - dijo cuando vió que nadie decia nada, y miro hacía los gryffindor. Después de que unas lagrimitas luchaban por salir de sus ojos rasgados, salió corriendo.

- No me lo creo...- decía Ron feliz, y Harry y Hermione se giraron - ...no tendremos transformaciones de seguro, y....ademas es porque alguien le dio su merecido a Malfoy! ¿Vieron como le cayó la tinta en la cara cuando abrió el tintero? - y Ron no era el unico que hablaba, si no que todos murmuraban. Me giré para ver a Ana, que estaba sentada detrás de mi, junto a Neville y que sonreía disimuladamente.

Salimos una hora después, ya que Filck malhumorado fue por nosotros a avisarnos que no habría clases. Faltaba una hora para la cena, Hermione corrió a la biblioteca, e iba a seguirla pero primero quería hablar con Ana. Así que le dije que la alcanzaría. Harry y Ron fueron a jugar ajedrez mágico. Asì que quedamos solas.

- ¿Vamos a los terrenos? - le pregunte a Ana, que asintió.Cuando llegamos frente al lago y nos sentamos, me decidí a preguntarle.- ¿Qué le hiciste Ana? -

- Un par de hechizos inofensivos...- dijo ella arrancando un poco de pasto - saldrá en la enfermería en un par de horas....- y entonces me miró - no me gusta que se metan con mis amigos - dijo sonriendome - asi que, un poco de humillación no le hace mal. - dijo y entonces miró de nuevo al lago. - Sabes, Fred Weasley es un tipo genial -

- ¿Ah si? - dije mirandola -

- Sí...- dijo ella mirando al agua. - La túnica fue idea de el, es increible la facilidad con la que los elfos nos facilitaron el uniforme Slytherin en la lavanderia....- y lanzó una roca que hizo ondas

- Vaya - dije yo - pues....hoy tuve el castigo con George - y entonces ella bajó la mano con la que iba a lanzar la roca y me preguntó porque, así que le conté todo.

- Es casi como si hubiera querido que lo castigaran - dijo ella reflexionando - ellos tienen mucha experiencia y métodos como para eso, ademàs, lo habrían hecho los dos gemelos, ¿O no? -

Suspiré y me recosté en el pasto.

- No lo se - dije - pero me hizo feliz que estuviera ahi - Ana se recostó a mi lado, me miró pensativa y después sonrió. Miramos al cielo, y continuamos hablando de vanalidades durante toda la hora, no me aparecí por la biblioteca.




A la hora de la cena, el asiento de Malfoy seguía vacío, y Pansy Parkinson no se encontraba tampoco. Suponía que se incorporarían hasta el día siguiente. Cuando terminamos, me fui a la biblioteca con Hermione y deje a los demàs en el gran comedor.




Harry y Ron parecían tener un apetito muy grande, y cuando Ana hubo terminado, ellos seguían comiendo, ademàs de que esaban muy entretenidos hablando con Ginny y Michelle asi que ella decidió levantarse.




- Buenas noches a todos - dijo sonriendo y todos le contestaron a coro. Salió del gran comedor y se dirigió a las escaleras. Todo iba bien en su camino a la habitación hasta que, una de las escaleras decidió cambiar de rumbo. Ella no le dió importancia y siguió caminando. Llegó a un pasillo vacío y decidió cruzarlo, pero a la mitad, un brazo impedió su camino poniendola contra la pared.







jueves, 11 de agosto de 2011

¿Tutor?

La capa negra de Snape ondeaba delante de mi mientras lo seguía en los pasillos, y por un par de minutos, me abstraje en este hecho. Después, comencé a darme cuenta, muy a mi pesar, que estaba adquiriendo una gran habilidad para meterme en problemas. Pero, si veía todo por el lado positivo, era muy posible que Dumbledore no fuera tan duro.

Además, Snape no era jefe de mi casa, pero me atemorizaba. Para los que ahora me estén comparando con Neville, no, no creo que mi Boggart fuera Severus.
*En fin, llegamos a la estatua, que comenzó a girar cuando Snape pronunció  "Varita de Regaliz",  entramos a las escaleras, y giró cuando subimos a ellas. Comencé a marearme, y dude que fuera fruto del movimiento de las escaleras. Cuando al fin nos detuvimos Snape golpeó tres veces la puerta con sus nudillos, ni siquiera se limitó a mirarme, como en ningún lapso de el trayecto hasta la oficina.
*- Pase - dijo la voz de nuestro amable director y Snape abrió la puerta
- Ah, Severus…- dijo juntando sus manos complacido, y entonces reparó en mi - ¿Qué hace miss Siegrist con usted? -
- Siegrist hizo explotar su caldero esta mañana, señor. - dijo Snape
- ¿Un….caldero?  - dijo  mirándome de pronto, divertido
- En mi clase, profesor - dijo Snape, y entonces Dumbledore adoptó una expresión seria
- Oh - dijo el
- Yo se lo dije antes de que iniciara el curso, debìamos probar a los estudiantes antes de traerlos aquí, -
- Severus, ¿Acaso dudas de mis razones para escogerlos a ellos? -
- No señor, pero no quiero que eso afecte a mi clase. Ya tengo a suficientes incomptetentes en esa clase, como Potter por ejemplo, o Longbotton o Weasley. -
- Bueno profesor, para eso vienen los alumnos a Hogwarts, para aprender…-
- Yo exijo… - dijo Snape, mientras yo observaba los instrumentos de plata de la oficina del profesor Dumbledore, y no es que no me preocupara mi aparente expulsión inmediata, pero me distraigo fácilmente. Cuando uno de los instrumentos iba a sacar humo por tercera vez, sonó la puerta.
- Pase - dijo la amable voz del profesor por segunda vez y Minerva McGonagall entró al despacho. Nos miro a mi y a Snape, y Dumbledore le planteó la situación.
- Pues…- dijo ella un poco recelosa - yo venía a comentarle acerca de la alumna Anya -
- ¿Sí? - dijo el director
- No puede desempeñarse bien en mi clase y… - cuando la profesora comenzó la frase, sentí que el mundo se me venía encima. - …me preocupa.
- ¿Miss Siegrist se siente usted bien? - dijo el director mirandome  y entonces alargó la mano a su cajón del escritorio - esta verde, tome un caramelo - dijo ofreciendome un bowl, del cual saque un dulce verde y lo comí. Limón. Sabía bien…después demasiado ácido…después me acostumbre. 
Mientras Dumbledore y yo saboreabamos el caramelo, Snape y McGonagall  tenían una discusión, que se estaba haciendo acalorada acerca de que hacer con nosotras dos, porque hasta ahora, Ana, Marcus y Hans habían resultado "competentes".  Snape proponía que nos hicieran pruebas a todos y que si no eramos aptos, regresaramos a nuestras escuelas. McGonagall  sugería que simplemente nos dieran asesorìas y tiempo.  Miré a Dumbledore  y me guiñó un ojo, tosió y ambos profesores guardaron silencio.
-          Yo tengo una propuesta - los tres los miramos atentadamente. - Cada profesor observara a los 5 estudiantes. Y si el alumno no da la talla, se le asignará un tutor.
-          ¿Tutor? - dijo McGonagall - ¿Con todo lo que pasara?
-          Si, profesora - dijo Dumbledore - haya torneo de los tres magos o no, nuestro deber es enseñar.
-          Claro - dijo ella con lo que intentaba que pareciera una sonrisa.
-          Se les evaluará unos meses después, y si no pasan la evaluación, los degradaremos de año…-
-          <<"¿Qué?">> - fue lo único que pensé, mientras mi mandíbula caía al suelo, y yo olvidaba como se cerraba, y Snape, sonrió complacido.
-          Y….¿quienes serán los tutores..?,¿Alumnos? - dijo la profesora observándome reflexiva.
-          Si Minerva - dijo Dumbledore - haga una convocatoria a los alumnos de último año de todas las casas, habrá puntos para las casas, quedará en su expediente y, una recompensa.
-          Bien - dijo la profesora
-          Yo me retiro con mis estudiantes…- dijo el profesor - y usted señorita Siegrist deberá lavar los calderos durante una semana, y le sugiero consiga uno para mi próxima clase….- dijo mientras se daba la vuelta, y caminaba hacia la puerta. - …y , - dijo volteándose - supongo que queda claro que usted necesitará un tutor…-
-          Si…- dije en una voz apenas audible, pero que llegó a sus oídos. La profesora McGonagall me puso la mano en el hombro de forma protectora y Snape termino yéndose con sus paso altivo.

Después de unas palabras de ánimo a las que no les presté atención por parte de ambos, me dejaron ir. Las clases de la mañana habían concluido y todos los alumnos se dirigían al gran comedor.

Michelle, Ginny, Ron, Harry, Hermione y Ana (estaban sentados en se orden), me miraron mientras entraba por las dos puertas, Ron agitó los brazos, sonriendo y Michelle reía con Ginny.  Cuando llegué a donde estaban, Ana se recorrió y pude sentarme entre ella y Hermione.

-          ¿Y? - dijo Ana -
-          ¿Te expulsarán? - dijo Ana
-          ¿Te castigaron? - dijo Harry
-          ¡¿Te expulsaran?! - dijo Ron
-          Ron, ya le preguntaron eso - dijo Ginny
-          Bueno, déjenla hablar - dijo Hermione, y todos me miraron expectantes.
-          No…- dije mientras servía patatas en mi plato - cada profesor evaluara el desempeño de todos los de intercambio, y los que no salgan bien en una materia…les pondrán un tutor…-
-          ¿Un tutor? - dijo Ron y se echó a reir - ¿Quién va a necesitar uno? - me quede callada mirándolo y deje el tenedor que tenía carne sobre el plato - ….te mando uno Snape, ¿verdad? - dijo culpable, después de que Ginny le diera un codazo
-          Si…- dije yo queriendo hundir mi cara en el plato - y tengo que fregar los calderos toda la semana…-
-          Pero no es justo - dijo molesta Ana - ¡si Malfoy arrojó una bomba a tu caldero…! Y al mío también….debemos decirle a Snape y….-
-          Snape no te escuchara - dijo Harry mirándola - el odia a los gryffindor, y Malfoy es su…-
-          …protegido - finalizó Hermione - Es un caso perdido. -
-          ...rayos - dijo Ana. Y nuestro pedazo de mesa se quedo en silencio. Yo no sabía que podía decir así que me quedé callada. Después llegaron los gemelos y levantaron los ánimos haciendo bromas.

Me sentí peor, cuando a las 7:00 de la noche,  todos se dirigían al gran comedor, mientras yo me dirigía hacia las escaleras que dan a las mazmorras para limpiar el aula de pociones.

-          Marianne - escuché una voz a mis espaldas, y ruborizada, me giré con lentitud
-          Marius…- dije mirándolo - ¿Cómo estas?
-          Genial - dijo el - ¿Y como te esta yendo? -
-          Bien - mentí
-          Hogwarts es grandioso, ¿o no? - dijo el mirando alrededor
-          Si….- dije yo y comencé a retorcer mis dedos
-          ¿No vienes a cenar? - dijo el -
-          No…yo…- dije yo intentando dar una explicación -
-          ¡Marius! - le gritó un Ravenclaw desde la puerta - ¡ya vamos a entrar! -
-          Bueno, Marianne….- dijo el sonriendo de lado - te veré luego -
-          Si…- dije en un susurro mientras el se alejaba, suspiré y retome mi camino hacia las mazmorras.

No vale la pena mencionar mi experiencia con los calderos ese día, o con la aversión o nauseas que tuve al ver lo que estaba fregando. Era martes, llegué a la sala común fastidiada y me senté en una butaca que estaba en una esquina, ya que no veía a ninguno de mis nuevos amigos por ningún sitio. Quizá estuvieran cenando aún, la sala común estaba casi vacía. Tomé uno de los libros en mi mochila y comencé a leer acerca de la historia de la magia. Unos veinte minutos después la sala común comenzó a llenarse. Lo que me alegro, y entonces, olvidando por un momento las pruebas que se me venían me decidí a disfrutar de la cálida sala común, ¿Cuántas veces no había soñado con jugar naipes explosivos, ajedrez mágico, platicar o simplemente sentarme allí? Levante la vista de mi libro y observe feliz las butacas mullidas, los colores rojo y dorado que predominaban, la chimenea que chisporroteaba, las antiguas ventanas, las alfombras. Me hundí en mi sillón, y después; a todos los gryffindors, y me sentí envuelta en un ambiente de familiaridad, sus pláticas, sus risas….inclusive una parejita que se besaba en un rincón. Hasta que me sentí observada.

Me gire y vi al grupito de chicas que, en la noche del banquete nos habían mandado a otro lugar a Ana y a mi, estaban cuchicheando muy juntas, la rubia me señalaba, y las demás reían. Miré de nuevo el libro, para no prestarles atención, y, sólo me faltaban 2 párrafos para terminarlo. Sonreí al pensarlo, sólo 2 libros más de historia de la magia, y podría pasar a otra materia. Claro que para los magos podría sonar muy aburrido, pero para mi era como leer una historia de ciencia ficción, como de la tierra media, podía simplemente imaginar a muchos de los personajes de la historia como uno de un libro de aventuras. Y conocer exactamente todo lo que había pasado, y al menos en esa materia, no creía tener problemas.

Terminé el libro, y decidí ir por el siguiente a mi habitación, ya que tendríamos doble clase de historia de la magia al día siguiente y supuse que el profesor Binns sería el primero en evaluarme. Me levante con esfuerzo de mi cómodo asiento y no pude evitar pasar por donde estaba el grupito.
-          Eh, chicas...¡Mis uñas se mancharon con el castigo de Snape! - dijo la rubia de nuevo, quien supuse era Lavander, haciendo una mueca y una pantomima, alejando lo más posible sus manos de la cara - ¡mis blancas manos! - dijo, y todas estallaron en carcajadas. Yo, simplemente, seguí mi camino, caminando rápidamente. Molesta, cruce el retrato, y oí que un par de voces que  me llamaban desde dentro de la sala, pero no me quise girar.

Después de un rato en la habitación, llegó Ana, y me dijo que Hermione estaba en la biblioteca. Yo termine el libro de historia de la magia, que era más corto que el anterior, y me dormí preocupada por todo lo que se venía.

El miércoles amaneció despejado, parecía que las nubes de la tormenta del inicio de cursos se habían ido. Fui a la lechucería por Galileo para pedir un caldero a mi tía. Até la nota a su patita, y el voló feliz. Me volví al gran comedor donde, Harry, Ron y Hermione trataban de infundirnos ánimos. Mientras me servía huevos revueltos, recordaba mi plan de hacer pareja a Harry y a Hermione, pero antes tenía que asegurarme de permanecer en cuarto año.


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Para Oldda!!! Un beso hermosaaa!!